Acercamiento a la cultura Guane

Mediante este blog estamos tratando de hacer un acercamiento a la cultura Guane hoy ultrajada por comerciantes que ofrecen mil objetos que no son guane y autoridades municipales quienes llegan a los cargos públicos sin ninguna base cultural. El idioma que usamos es el más sencillo, como si se tratara del de una noticia, a fin de que todos entiendan los contenidos. Los Guane fue la más desarrollada cultura de su tiempo antes y a la llegada de los españoles y no los nativos que anduviesen en guayuco.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Viaje Guane al más allá…


En algunos los documentos de archivo se encuentran rigurosas prohibiciones coloniales tocantes a los cantos y borracheras con que los Guane enterraban a sus muertos. Eran celebraciones ruidosas, acompañadas de chicha del más elevado nivel de fermento. Algunos historiadores  creen que, comparativamente con los tiempos actuales, deben corresponder este comportamiento social a los  funeral que los campesino practican en algunas zonas de Santander para despedir a sus amigos o familiares.

Músicos en la tumba del Cacique Guanentá
Es llamado “Novenario Campesino”. Tanto en la época precolombina como hoy, la última noche del funeral es diferente a las anteriores. Cierran los actos del sepelio e inhumación con una comilona bien acompañada, “trancada”, de chicha, el licor favorito de los Guane. En las honras fúnebres entonaban canciones lúgubres que para los españoles sonaban espantosas, tonadas que servían como fondo a sus bailes y danzas y otras expresiones.  “Se hablaba del muerto todo el tiempo para destacar sus  cosas buenas y ejemplarizantes, normalmente las malas las tapaban”.

“Los cantos fúnebres fueran considerados por los doctrineros y demás autoridades españoles, como cantos demoníacos que debían ser prohibidos y erradicados con promesa de violentos castigos para quien reincidiera…”  Estas costumbres eran legendarias de pueblo Guane.  Algunos historiadores creen que fue uno de los golpes más rudos asestados a la cultura milenaria de nuestros ancestros.Los Guane habitaron desde el 920 a.C hasta el 1600 d.C. aproximadamente repitiendo sus ritos y costumbres”.

Entre los ritos realizados a sus muertos, se evidencia en las excavaciones y exploraciones hechas recientemente, aparece un  complicado trabajo postmortum. “Los cuerpos eran momificados y acompañados de un buen número de implementos de su vida cotidiana…”,  escribió el antropólogo Shottelius en el año de 1946. Los Guane eran los únicos nativos de las tierras que hoy con Colombia, que “momificaban” a sus muertos y a los cuerpos le eran aplicadas diferentes formulas para evitar la descomposición  según la importancia del personaje y la temporada climática en que había muerto.

Flechas y lanzas clavas en tierra
Los Guane elaboraron para sus difuntos, diferentes tipos de tumbas, entre ellas las llamadas hoy de cámara lateral que eran utilizadas para entierros primarios. Pasado algún tiempo del entierro primero, el cuerpo se volvia a sacar para llevarlo al lugar definitivo n un segundo entierro. El difunto era acompañado por utensilios de cerámica tanto ceremonial como de aparente uso doméstico. “El pororo repleto de cal y coca nunca faltaba”.  Según la creencia de los Guane, la cal y la coca las iban a necesitar los muertos para aliviar el viaje al más allá, que según relatan era en un largo camino. Era una vasija pequeña de cerámica o de madera que se colgaban al cuello por delante.  Con saliva remojaban la cal que servia para extraer el alcaloide de la coca. Existen otras de cámara lateral doble.

Los Guane practicaban usaban en el entierro secundario urnas funerarias muy trabajadas que en ocasiones eran decoradas con figuras antropomorfas.  No es lo más usual, pero existe la prueba en Lebrija donde hallaron urnas adornadas con objetos de oro.  El rito funerario concluía con la siembra de un árbol sobre la sepultura. Este árbol representaba un elemento místico de gran importancia Guane.

“…cada cacique debía ser enterrado con una gran ceremonia. Los sacerdotes le daban cierto cocimiento su cuerpo para dejarlo tostado, lo pintaban, adornaban con todas sus joyas y lo envolvían en mantas... El muerto permanecía en su casa durante varias semanas por lo que le prestaban mucha atención a la labor del tratamiento del cuerpo.  Todos venían su casa a contemplarlo y a oír contar sus hazañas...”.

El día del entierro había  un cortejo hacia lugar preparado para  inhumar el cadáver del cacique. Los jefes amigos arribaban de diferentes regiones lo mejor ataviados posible.  “…Las esposas del cacique llevaban sus armas, su bastón de mando y su poporo de oro, bien lleno de cal para que pudiera masticar coca por mucho tiempo... llevaban vasijas llenas de comida y chicha, entre ellos porciones de lo que más le gustaba al difunto y le traían sus amigos y dolientes...”  Las esposas del señor tenían conciencia de lo importante que era acompañar al muerto en su viaje eterno. Ninguna esposa  reclamaba ni trataba de huir por lo que iba a suceder más adelante… El cacique era enterrado con sus esposas y esclavos preferidos para tener así todo lo necesario en la otra vida que lo esperaba después de la muerte”.

Entrada a la tumba del cacique

De la Tumba del Cacique  Guanentá se relata:En una cueva de más de 25 metros de recorrido, oculta entre los peñascos del Cañón del Chicamocha al sur occidente de la Mesa de los Santos, habría descansado por casi 500 años, el cacique Guanentá, gran jefe de los Guane…” Hay que tener agallas y temple de acero para meterse por entre los bordes de los peñascos portentosos del Chicamocha. Un viejo cabrero revela: “….antes de 1939, recuerdo con exactitud que en las fisuras de la cueva, que son muy altas, había zarzos donde se podía caminar y que las momias estaban acomodadas en hileras…Ya no hay ni sombras de ese camino”.

Hay un sector donde tienes que entrar arrastrado. La recompensa, si falla es un abismo vertical de 500 metros. “Que una persona  llegue a los Santos  trate de busque la tumba es difícil que la encuentre porque está en medio del precipicio. Solo hay un camino muy angosto, de pocos centímetros y muy resbaladizo con 40 metros de largo, luego una fisura en la roca…esa es la entrada”.

“Lo que vio el antropólogo, Alejandro Navas Corona, lo han visto muy pocos… Después de dos años de intentos,  al entrar, vio los restos de un indio sentado en posición de ataque con un garrote y flechas. En seguida los restos de cinco mujeres y un niño. Un hueco donde, al final, había en una piedra cuatro guerreros sentados, flechas clavadas en la tierra y lanzas de más de cuatro metros.  En otra cámara había ocho personas envueltas en telas, con maracas, pitos y trompetas de hueso y luego otro grupo de ocho donde había dos niños”. Había ollas, morteros de piedra para moler, tusas de maíz y collares.

Trataron de llegar hasta el Gran Guane, pero hallaron que una tela dura, como encerada, que cuando quisieron levantarla se desfondó. “Del cuerpo del muerto principal no hay evidencias porque hasta el cráneo se lo llevaron”. Un campesino que había estado allí a mediados del siglo pasado dijo que él lo había visto, “estaba arropado, que tenía terciada una mochila negra hecha en hilo de algodón encerado que contenía un poporo con cal y otras dos totumas con coca y veneno, respectivamente. También un chupador y dos caritas talladas como si fueran talismanes”. Supieron que era veneno porque la dieron a un perro y el animal murió a los pocos segundos. La tradición Guane para con sus muertos como era originalmente, desapareció.

3 comentarios:

  1. Yo soy de apellido Guane, vivo en Chile. ¿Tendrá que ver los guane míos con los guane de su blog? La familia mìa completa pasa de 200 personas, viven de cuatro generaciones. Creí que esa palabra era solo de mi tierra, pero veo que existe en Colombia como una raza de nativos y en Cuba como el nombre de un pueblo.

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  2. Tu Blog posee una rica y vasta información, sin embargo resulta lamentable que no adjuntes las citas de las cuales has tomado algunos apartados, te agradecería mucho si pudieras hacerlo

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