Acercamiento a la cultura Guane

Mediante este blog estamos tratando de hacer un acercamiento a la cultura Guane hoy ultrajada por comerciantes que ofrecen mil objetos que no son guane y autoridades municipales quienes llegan a los cargos públicos sin ninguna base cultural. El idioma que usamos es el más sencillo, como si se tratara del de una noticia, a fin de que todos entiendan los contenidos. Los Guane fue la más desarrollada cultura de su tiempo antes y a la llegada de los españoles y no los nativos que anduviesen en guayuco.

miércoles, 5 de octubre de 2011

La tintorería Guane


El tejido precolombino colombiano tuvo uno de sus grandes centros de desarrollo entre los Guane de Santander y los muiscas de Cundinamarca y Boyacá. Sobre los dos últimos pueblos reseñados, hasta el momento no existe el hallazgo arqueológico de un telar muisca y no se conoce ninguna cita de cronista al respecto.

El medio ambiente y la geografía aquí existentes han favorecido la preservación de los textiles que hicieron grandes a los Guane. Se han hecho varios hallazgos dentro de cuevas secas, principalmente en la región de la Mesa de los Santos de donde provienen casi todas las muestras documentadas.

Los colores venian de la naturaleza

Los textiles muiscas son más escasos y en su mayoría han llegado hasta nuestros museos sin documentación respecto a su hallazgo. Algunos informan que vienen de cuevas en los páramos y tal vez de santuarios según relatos de cronistas y quienes las han donado.

Los Guane emplearon para tejer fibras vegetales como el algodón, mota de ceiba, pelo humano  y el fique o henequén. El primero lo usaron como principal materia prima para la fabricación de mantas y el último para cuerdas y mochilas.

En el proceso del hilado para la elaboración de la fibra, los Guane utilizaron husos cuyos volantes eran de piedra o maderas duras, con diseños e incisos geométricos o zoomorfos. Con estos artefactos produjeron hilos muy finos, resistentes y de excelente calidad.

Los Guane desarrollaron su propia tintorería, de lo que poco se ha escrito, para darle color a sus mantas. Obtuvieron  colorantes y pigmentos naturales de origen vegetal y mineral y los que mezclados  les daban una gama variada de colores.

Los más comunes en las mantas pintadas encontradas son el marrón oscuro probablemente obtenido de sangre de animales y gamón (dianella rubia) más lejía. Usaron varios tonos de verde logrados posiblemente con hojas de bejucos o yemas de árboles muy variados.

Los tonos de azules extraído de las flores de curubo y papa (Passiflora sp. y Solanum andigenum), ramas de ubilla (cestrum tintorium) más mordientes, pepas de agua cate (Persea americana.  El añil (Indigofera suffruticosa Mill.), frutas maduras de jagua o jigua llamado virolín en Santander (Familia de las rubiaceas, género de Genipa americana L.)y  frutas de sabuco .
Muestra Casa de Bolìvar Bucaramanga

El amarillo conseguido con la raíz de lengua de vaca (Rumex obtusifolia), el espino llamado moral (rubus sp.), fruta del achiote o semilla de la bija (Bixa orellana L.), hojas de morcate, raíces del azafrán (Escoberia grandiflora L. F. Kuntze), flores y frutas de gramole y moral revuelto con tierra (Rubus sp.).

El rojo también se encuentra pero es muy poco, lo obtuvieron tal vez del cactus espinoso o tunas (opuntia bonblandii H. B. K. Webb) infectado con grana y cochinilla (Pseudoccoccus sp.), hojas de bija chica (Arrabidaea chica, Bignoniacea), cáscaras de enano, hojas de punta de lanza (visminia sp.), frutas de gamón o cucla (dianella dubia), frutas de caraote (Caraota Phaseolus vulgaris var.), barbas de piedra -líquenes como (Usnea, Cladonia, sp. Parmelia sp.)con óxidos de tierra roja.

Los colores debían ser fijados con tanino o lejía y productos mordientes que podían ser el guarapo de aguacate, pequeñas cantidades de cal apagada, dividivi (Caesalpina spinoza (Molina) Kuntze), naranja agria (Citrus aurantium L.) penca Sabila (Aloevera L. "Sábila"), barro cocido, corteza de aliso (Alnus Jorullensis var. Ferruginea (H. B. K.) Kuntze) orines, lejías de ciertas maderas muy ricas en tanino mezcladas con yerbabuena .

 Sumergían las telas en barro, fermentándolas para obtener un negro muy acentuado, y mezclaban colores para lograr gradaciones especia les, cuentan los cronistas según datos de varios historiadores.
Muestra de Los Santos -  casa de Bolìvar

En las mantas, introdujeron hilos de urdimbre tinturados generalmente de color marrón oscuro formando rayas angostas las cuales en algunos casos limitaban el espacio donde se pintaba la tela.

Los procedimientos utilizados para lograr los textiles de alta calidad implicaban telares verticales, aguja de madera, hilada y torcida del algodón, estampado, entretejido y pintado. La cita de Castellanos advierte:

“...de las telas de algodón, que van tejidas con hilos variados de colores; con una se rodean la cintura, y otra que de los hombros va pendiente al izquierdo trabada con un ñudo dado con los extremos de la manta...”.
¡En dónde aprendieron los Guane y los muiscas,  especialmente los primeros el arte de los tejidos?  Hay pocas referencias, pero entre ellas surge famoso mito de Bochica.  El pueblo Guane lo acogió cuando se retiro de la Sabana habia el norte. Lo tuvo entre ellos algún tiempo aprovechando sus enseñanzas.

Fue entonces cuando apareció Bochica, por el oriente. Este mítico personaje surgió como dios civilizador, llegó por el páramo de Chingaza montado en un extraño animal acompañado de una mujer. Era un anciano venerable de largas barbas blancas, piel blanca y ojos azules, vestido con una manta grande, que lo cubría casi hasta los pies.
El Gran Bochica

Desde el primer momento Bochica simpatizó con los indios y comenzó a enseñarles sus principales virtudes: no matar, no robar, no mentir y ayudarse los unos a los otros. A construir sus casas, a sembrar la tierra, a fabricar  ollas de barro, a hilar algodón y  tejer las mantas de algodón, les dejaba pintados los telares en las piedras para que no olvidaran lo que les había enseñado…

Pero no todos los indios se portaron bien con Bochica ni le agradecieron debidamente los grandes beneficios que de él habían recibido, por lo que el anciano maestro se sintió indignado con ellos. Así que, en la primera oportunidad desapareció por el arco iris…”


Las mujeres de vereda El Salitre, municipio de Charalá, tierra del Cacique Guane Chalalá,  llevan 15 años elaborando ponchos, chales, bufandas, cubrecamas, cortinas e individuales, con la técnica indígena. Nos ha tocado luchar muy duro y afortunadamente después de 1989 apareció la ONG alemana Pan Para el Mundo. Agrega: Requerimos que todo el país nos apoye porque nuestra labor es única y solo queremos preservar una tradición que estaba perdida. Son sentimos orgullosas de ser Guane  y de sus artesanías.

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